“El Señor Dios llamó al hombre y le dijo: “¿Dónde estás?” (Gén 1,9)
Cuando Israel trata de describir la crisis que vive su comunidad, narra en un relato primordial, simbólico y mítico cómo la armonía creada por Dios es destruida por el hombre, quien da la espalda al proyecto de Yavé y culpa a su semejante sin hacerse cargo del mal ocasionado.

“Pasaron cosas”, “el mercado”, “tormentas”, “pesada herencia”, suenan en nuestra patria como sinónimos de aquel pecado no asumido responsablemente.

Hemos vivido una nueva jornada histórica en las elecciones PASO. Con alegría y esperanza, y en medio de la crisis (algunos hablan de “catástrofe”) social y económica, el pueblo se expresó a lo largo y ancho del país. Nos unimos a esta alegría popular.

Pero los movimientos en la “city financiera” de este lunes nos llenaron de preocupación. Más aún, las declaraciones del Sr. Presidente de la Nación nos dejaron consternados. Lejos de toda autocrítica volvió a invocar causas ajenas a sus políticas como las responsables de este colapso.

Desde echar culpas al “kirchnerismo” hasta responsabilizar al pueblo que “no supo elegir porque elige el pasado”, las palabras de del presidente Macri fueron lamentables.

No sólo sigue culpando de su propia impericia a la “pesada herencia”, sino también a quienes no sólo no eligen el pasado, sino que optan por quienes ellos entienden que pueden ofrecerle un futuro venturoso: sin hambre, con trabajo digno, con educación y salud para todos, con respeto por el otro, en una patria de la que nadie sea excluido. Y, con seguridad, el actual gobierno no pudo ni quiso ofrecérselo.

La corrida cambiaria, con la que “el mercado” reaccionó frente a los resultados eleccionarios de ayer, es altamente alarmante. Se intenta doblegar la voluntad popular por caminos de inescrupulosa ganancia y negocios oscuros, que generan el desconcierto en la población. Proponen una nueva devaluación que volverá a pagar el conjunto del pueblo con el crecimiento de los índices de pobreza e indigencia, poniendo en riesgo la paz social.

Y el presidente parece más preocupado por culpar ahora a sus sucesores de las consecuencias de la especulación financiera, dando la espalda al sufrimiento y la voluntad del pueblo, expresados en los comicios.

Es por esto que hacemos un llamado a la reflexión en esta hora tan crucial para los destinos de nuestra Patria. Exigimos a nuestros dirigentes, especialmente a los integrantes del gobierno, y de modo particular al titular del poder ejecutivo hasta el próximo 10 de diciembre, que piensen y obren en favor del pueblo, y especialmente de los pobres. Repetir la palabra “escuchar” no es, sin más, estar escuchando. No sean sordos al clamor de los que sufren.

El gobierno tiene una responsabilidad institucional indelegable frente a esta situación de crisis.

Secretariado del Grupo de Curas en la Opción por los Pobres
13 de agosto de 2019