En una nota no exenta de dramatismo, que termina con una mujer de negocios que promete dejar el país en el caso de que Mauricio Macri pierda las elecciones presidenciales, el Financial Times volvió a ocuparse de la Argentina, con una crónica de la visita del presidente a Mendoza, en el marco de la gira presidencia del "Sí, se puede".

"El presidente de Argentina, Mauricio Macri, sonó casi disculpándose cuando se dirigió a una multitud en el corazón de la región vitivinícola Malbec del país, para presentar su caso por otro mandato. 'Todos sabemos que los últimos tiempos han sido difíciles, especialmente el último año y medio. . . pero quiero decirte que te he escuchado y he entendido, he tomado nota y he comprendido'", dice el periódico británico especializado en negocios y economía.

Contundente, la crónica explica que Macri promete que "Ahora viene algo diferente", pero asegura sin rodeos que "todo sugiere que el 'algo diferente' reservado para Argentina es el principal oponente de Macri; Alberto Fernández, un peronista de izquierda corriendo en un boleto con la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Es el favorito absoluto para ganar las elecciones el 27 de octubre".

Entre los testimonios elegidos para contar la situación, reproduce la voz del presidente del departamento de ciencias políticas de la Universidad Nacional de Buenos Aires, Luis Tonelli: "La percepción ahora es que Macri es un idiota que no tiene sensibilidad hacia las personas, es de clase alta y no entiende nada".

Al enumerar las razones de la debacle electoral, el Financial Times repite las críticas que Macri cosechó en los últimos meses, que se hicieron más evidentes con las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO): segundo año consecutivo de recesión, una fuerte devaluación del peso, un rescate récord de US$57 mil millones del FMI, el aumento de la pobreza y el empeoramiento del desempleo. Y agrega, que estos datos "serían graves para cualquier candidato que busque la reelección. Pero para un vástago de una de las familias más ricas del país, son especialmente tóxicos".

Sobre el acto del Sí, se puede, afirma que "unos pocos miles reunidos en una plaza en la ciudad de Mendoza vitoreó obedientemente y agitó pancartas con el lema de la campaña (...) mientras el presidente se abría camino a través de un discurso mudo que duró apenas 20 minutos, su voz fallando a veces. Su esposa Juliana Awada, vestida de negro de diseñador, le puso una mano reconfortante en el hombro, exudando la elegancia millonaria sin esfuerzo que le valió una aclamación 'mejor vestida' de Vogue".

Tras criticar la campaña, describir el susto de los inversores tras el resultado de las PASO y afirmar que "la credibilidad ya maltrecha de Macri recibió otro golpe cuando el gobierno se vio obligado a posponer los pagos de la deuda interna e imponer controles de cambio", el diario afirma que "los empresarios tenían grandes esperanzas en Macri cuando asumió el poder, pero muchos perdieron la paciencia después de los repetidos errores de su administración en la economía".

El diario describe al Presidente como "un ingeniero civil capacitado" y explica: "Macri pudo superar la falta de carisma y habilidades oratorias débiles para ganar una segunda vuelta en las elecciones presidenciales de 2015, en parte porque los argentinos estaban hartos del gobierno anterior, que estaba sumido en escándalos de corrupción y dejando atrás una economía caótica" y tras describir algún avance, afirma que "en la economía, Macri se presentó en 2015 como el candidato del futuro, prometiendo que su equipo (...) solucionaría los problemas económicos de Argentina. Ahora, habiendo fallado significativamente en hacerlo, está recurriendo a una apelación a valores como la tolerancia y la democracia que tienen poca resonancia más allá de su base de clase media".

Para terminar, el diario describe la gentileza de la multitud en Mendoza, afirma que aún no ha perdido "por completo" la esperanza y describe una conversación con tres de las manifestantantes:

"Estamos haciendo esto por nuestro país", dice Sofía Mulero, una mujer bien vestida con gafas de sol de diseñador de los años setenta y envuelta en una bandera argentina. "No queremos volver al pasado". "Debemos poner fin a esta cultura de desprenderse del estado", interviene su amiga Marta Ruiz.

Norma Nicolai, un tercer miembro del grupo que se describe a sí misma como una mujer de negocios, promete desesperadamente que abandonaría el país para ir a España si Macri pierde. "Ya he vendido mi casa", dice.