La polìtica sigue aportando sorpresas sobre el cierre de fòrmulas. En esa dirección, el economista José Luis Espert acaba de confirmar que competirá acompañado del periodista Luis Rosales.También de tendencia netamente liberal, la mayor participación política de Rosales estuvo vinculada al peronismo de los 90', donde fue secretario de Turismo de la provincia de Mendoza.
Sin embargo, su trayectoria más destacada se relaciona al análisis de política internacional y como socio de la consultora Dick Morris, de amplia experiencia en campañas electorales tanto en los Estados Unidos como en la región. De hecho, siempre se lo catalogó como un hombre "de la Embajada", encajando perfectamente en el perfil del votante macrista más puro.
Amalia Granata le ganó a Cambiemos con el voto celeste y cristaliza un riesgo para Macri
De allí surgen las preocupaciones de la Casa Rosada, que sabe que con esta merma podrían quedar lejos de los Fernández en las PASO de agosto, lo que generaría un fuerte ruido en los mercados que podría alterar la estabilidad cambiaria y disparar nuevamente la inflación de cara a octubre.
A fines del 2018, el periodista ya veía terreno fértil a una propuesta de estas características por "la proverbial originalidad de la Argentina y sus largas décadas de descalabros económicos, permitirían que la condición de rebelde y antisistémico pudiera ser encarnada por alguien que simplemente enarbolara los principios alberdianos que nos dieron origen como país organizado".
Además de Espert - que recorre el país pidiendo ajustar "a la política y sindicalistas" como no se atrevió Cambiemos-, el otro candidato que podría quitarle votos a Macri "por derecha" es el ex jefe de la Aduana, Juan José Gómez Centurión.
El ex militar se presenta como admirador del presidente brasileño Jair Bolsonaro y tiene una agenda orientada contra la legalización del aborto, que como se vio con Amalia Granata en las últimas elecciones de Santa Fe, puede despertar grandes simpatías en un sector de la sociedad.
La exitosa performance electoral de Granata lejos de ser un fenómeno aislado se inscribe en un movimiento tan masivo como subterráneo de la política americana desde los Estados Unidos a la Argentina que se expresa en la penetración de las iglesias evangélicas en lugares de poder a través del voto popular.
En América Latina, el mejor exponente de esta tendencia es Brasil. El apoyo de los evangélicos fue clave para que el PT accediera a la presidencia en el 2003 y lo mismo para Jair Bolsonaro en las elecciones del año pasado. En Méjico, AMLO es un reconocido practicante del protestantismo y tuvo un apoyo fundamental para su coronación.