Catorce meses consecutivos en caída libre registra la producción industrial.

La actividad manufacturera retrocedió en junio 6,9 por ciento con respecto al mismo mes del año pasado. Arrastrada por el desplome del consumo interno, el sostenido incremento de costos y el ahogo financiero ante la suba de tasas de interés, el sector acumuló una contracción del 9,4 por ciento en relación a igual período de 2018.

La variación mensual desestacionalizada, el indicador al que apostaban en los despachos oficiales para mostrar algún signo de mejora, se contrajo en junio un 1,8 por ciento contra mayo. La crisis en la industria manufacturera se expresa en el cierres, suspensiones y despidos.

A lo largo del gobierno de Cambiemos se destruyeron 12 de cada 100 empleos industriales que se contabilizaban al comenzar la gestión. La encuesta realizada por Indec revela que el 25 por ciento de los empleadores prevé reducir personal en este tercer trimestre de 2019.

Durante junio registraron caídas de producción 14 de los 16 bloques de actividad relevados. Los sectores con las caídas más pronunciadas frente al mismo mes del año pasado fueron los equipos de transporte y la industria automotriz, con caídas del 32,2 y 28,7 por ciento, respectivamente.

Entre enero y junio la producción acumulada de equipos de transporte reflejó una caída del 47,7 por ciento respecto de 2018 mientras que la de vehículos cedió 22,7 por ciento.

Ni el período de dólar planchado ni los subsidios lanzados por el gobierno lograron contener al sector automotor, que también se ve afectado por el estancamiento brasileño.

Las cifras difundidas el lunes por Adefa, la cámara que nuclea a las terminales, evidencian que la crisis continuó en julio cuando se registró el nivel de ventas más bajo desde 2004 cuando la economía apenas comenzaba a salir de la crisis.