La Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires declaró de "interés legislativo" al dispositivo sanitizante de colectivos fabricado por alumnos de la Universidad Nacional Arturo Jauretche (UNAJ)

Sanitizar cada una de las unidades para eliminar el virus es esencial y en esto pensaron los estudiantes de la Universidad Nacional Arturo Jauretche cuando comenzaron a diseñar un sistema de desinfección de colectivos que elimine virus y bacterias en sólo cinco minutos.

Son ocho jóvenes, pero trabajan como si fuesen mil. Luis Alberto Moreno (22), Diego Martín Zaracho (23), Macarena Belén Fernández Acuña (24) y Tomás Leandro Ferreirone (24) son estudiantes de Ingeniería Industrial de la UNAJ; Javier Mario Solís (35) cursa Ingeniería en Informática (UNAJ); María Belén Moreno (20) estudia Licenciatura en Administración (UNAJ); Mariano Julián Ferreirone (30) es ingeniero en Sistemas (UTN), y Fernando Gabriel Leguizamón (38) es transportista.

Al respecto, el diputado Julio Pereyra publicó un video en sus redes sociales y destacó la educación pública.

https://www.instagram.com/p/CFQy0D8gRN3/?igshid=irua750tegzy

En ese sentido, Pereyra reconoció el proyecto de los estudiantes de la UNAJ y celebró la declaración de interés legislativo y provincial.

"La educación pública, gracias a su comundiad, siempre fue la principal herramienta para garantizar la justicia social, igualdad de derechos y para brindar su ayuda cuando la sociedad más lo necesita", subrayó el Diputado.

En solo tres meses, se conectaron, idearon, consiguieron los materiales, armaron el prototipo, lo probaron, lo mejoraron, lo patentaron, proyectaron cómo implementarlo en caso de que la demanda sea alta.

Automatizar la desinfección

El sistema funciona así: mediante el sistema hidráulico del colectivo, se distribuye un desinfectante (hipoclorito de sodio diluido, aprobado por la ANMAT) que, haciendo uso del aire comprimido del colectivo, sale a la unidad por boquillas aspersores en forma de bruma durante un minuto. Este tipo de salida permite que no moje, sino que apenas humedezca y pueda secarse en sólo cuatro minutos.

“Lo pensamos para que lo pueda hacer el chofer al llegar a las terminales de servicio. Lo maneja desde una válvula de corte, una especie de canilla, conectada a su lado. Hoy toda esa desinfección se hace de manera manual, lo que no es eficaz, no cumple con la legislación vigente y además pone en riesgo a los trabajadores. De esta manera, con boquillas colocadas a más o menos un metro de distancia, que es el diámetro de alcance, queda totalmente desinfectado todo el colectivo”, cuenta Tomás Ferreirone, miembro del equipo que ya hoy es una marca bautizada INGENAR.

Por su parte, Macarena agrega: “Tuvimos en cuenta muchísimas cuestiones como las recomendaciones de la ANMAT de que no se puede expulsar ninguna sustancia sobre personas. Sucedió con los arcos sanitizantes que colocaron en muchos lugares y que los tuvieron que sacar porque muchas personas son alérgicas o pueden resultar perjudicadas. Por eso, esto es sólo para cuando el colectivo está sin pasajeros”.