El Gobierno autorizó desde este viernes un aumento en naftas y gasoil, tal como reclamaban las petroleras. Si bien el congelamiento de precios tenía vigencia hasta el 13 de noviembre próximo, la Secretaría de Energía dio vía libre para el ajuste.

"Con el objetivo de amortiguar el impacto de la finalización el próximo 13 de noviembre del período de vigencia establecido en el Decreto 566/2019 en los precios en surtidor, el Gobierno autorizará una suba del 5% de los combustibles y del dólar de referencia para el precio del crudo, que se establece en $51,77", señala el comunicado oficial.

Desde las petroleras afirman que el retraso es del 20%, por lo que se estima que habrá más ajustes en las tarifas antes de fin de año.

Para justificar la decisión, explica: "El decreto 601 del 30 de agosto de 2019 faculta a la Secretaría de Gobierno de Energía (SGE) a dictar los actos que resulten necesarios para ir normalizando los precios del sector con el fin de proteger al consumidor y sostener el nivel de actividad".

El congelamiento de precios y de suba de impuestos sobre los combustibles líquidos que el Gobierno decidió en medio del proceso electoral vencía recién el 13 de noviembre, pero la presión de las empresas productoras obligó al Ejecutivo a adelantar la fecha.

A partir del 14 de noviembre los precios estarán liberados y los fijarán las petroleras, en los surtidores y en lo que pagan a los productores, aunque habrá que ver qué política aplica el gobierno de Alberto Fernández desde el 10 de diciembre próximo.

El presidente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (CECHA), Gabriel Bornoroni, estimó que el "retraso" en los precios alcanza al 20% y reveló que ya existiría un acuerdo para que la suba sea escalonada entre noviembre y enero.