Hace unas horas nos dejó el teatrista Augusto Fernandes, una de las presencias más prestigiosas de la escena local durante décadas. Nacido en Portugal hace 79 años hizo teatro desde chico y fue en Buenos Aires donde encontró el terreno más fértil para sus búsquedas en todas las facetas: actor, director, profesor, teórico.


Aunque se lució actuando -muy especialmente en su célebre versión de "La leyenda de Pedro" basada en "Peer Gynt" de Ibsen en el 70- sería en la enseñanza y la dirección donde alcanzaría el podio de los grandes. En los sesenta se destacó por su mirada en la puesta de dos obras de Ricardo Halac, "Soledad para cuatro" y "Fin de diciembre", enseguida "Negro, azul, negro" (trampolín de Federico Luppi) en el Café Teatro Estudio lo llenó de aplausos y premios.
Aunque Europa, especialmente Alemania, nos disputó su presencia, aquí sorprendió -entre otras puestas- por "Madera de reyes", "La gaviota" y "Fausto". Esta noche la familia teatral argentina está de duelo. Partió el maestro.