El sexteto pautó su primera visita a nuestra localidad con las canciones de su último álbum, “La nube rosa”: fueron escogidos como el cierre del festival “Varela Rock 2016”. 

 

Las canciones del nuevo disco transmiten una necesidad. Había cosas para decir”, reveló Juan Subirá, tecladista y miembro fundador de Bersuit Vergarabat, sobre el contexto que rodeó al grupo durante la creación de su última producción discográfica: “La nube rosa”.

 

En un análisis estrictamente musical, el compositor calificó a su reciente obra como “muy rockera”. “Volvemos a un sonido crudo, más guitarrero. Acompañamos la melodía con letras de contenido social o político muy comprometido como No vengan o Por si pasa. Sentimos que el público bersuitero se siente identificado con el mensaje y eso nos hace muy felices”, explicó.

 

Además, resaltó que la variedad sonora, rítmica y compositiva legitimó una marca indeleble en su historia. “Es muy difícil ponernos una etiqueta estilística. Somos muy prolíficos. En esta ocasión, seleccionamos el material que finalmente quedó plasmado en el CD mediante una votación interna. Buscamos el mayor consenso. Experimentamos un lindo proceso”, detalló.

 

Desde su regreso, editaron tres elepés: uno cada dos años. El actual es el sucesor de “La revuelta” (2012) y “El baile interior” (2014). En su flamante material discográfico, la banda retomó una postura crítica desde lo discursivo por medio de reflexiones similares a las formuladas durante la década del ´90.

 

Tras una extensa gira por Latinoamérica, los autores de “Se viene”, “Murguita del Sur” o “Mi caramelo” estipularon su primer concierto en el distrito: decidieron afrontar el desafío de coronar la undécima edición del Festival “Varela Rock” el sábado 17 de diciembre desde las 15hs en el predio situado en la intersección de la Avenida Thevenet y Alfonsina Storni.

 

Afilaron la pluma y concibieron letras más combativas, ¿Cómo trabajaron el aspecto compositivo?

Tenemos producciones personales. Temas que trae Tito, Cóndor o ideas mías. A veces, laburamos en dúos. En ese aspecto, tengo mucha afinidad con Pepe: él crea la música y yo, la letra. También existe un trabajo colectivo. Melodías que nacen en el micro durante la gira o en la sala de ensayo. Luego, intentamos desarrollarlas cuando nos sentamos con más tiempo en la etapa de pre-producción. Explotamos varias vertientes.

 

En “Aquí estamos” confesaron: “Seguimos buscando la medida justa”, ¿encontraron un equilibrio entre la diversidad de ritmos característica en su sonoridad?

Tratándose de una banda tan ecléctica, encontrar la medida justa resulta una tarea bastante compleja. Creo que tenemos un sano desequilibrio musical permanente. Experimentamos tremendas variaciones en los compases, en los sonidos e inclusive también en la parte poética. Nacimos así y seguimos de esa manera. De todos modos, no abandonamos la búsqueda.

 

 

 

 

Pepe Céspedes, bajista de la banda, ocupó el rol de productor artístico, ¿Cómo calificarías su desempeño?

¡Extraordinario! Quedamos muy satisfechos con el resultado obtenido. Particularmente, tuve algunas dudas.  Lo charlamos. Somos un tanto complicados como grupo humano. Discutimos, nos peleamos. No quería exponerlo demasiado. Nunca dudé de su capacidad ni de su talento. Pensaba en esos roces típicos de las relaciones  en un ámbito que nuclea a varias personas. Sin embargo, nos comportamos muy bien. Él tomó las riendas y condujo el proyecto a buen puerto.

 

¿Qué motivó la decisión de ponerlo en esa faceta?

Hizo discos con Tan Biónica, Los Tekis y una cantidad enorme de artistas. Está muy bien preparado. Somos compañeros, amigos, pares…en algunos casos, esa situación fue un punto a favor; En otros, resultó un inconveniente. Nos gustaba la idea de tener a alguno de nosotros en ese lugar. Con Cachorro López hicimos dos discos muy buenos pero sentíamos que un integrante de Bersuit entendería mejor algunas cuestiones internas. Nuestra última producción ganó por ese lado: el conocimiento personal del funcionamiento como grupo.

 

Ingresaron por primera vez a un estudio de grabación sin Osqui Righi, ¿notaron su ausencia?

Cuando un compañero de tantos años deja la banda se lo extraña mucho por diversas razones. Fundamentalmente, por una cuestión de cariño. Por supuesto, percibimos la falta de su aporte musical en el sonido particular de las guitarras. Nos dio pena su alejamiento, pero aprendimos a respetar las decisiones personales de cada individuo.

 

¿Cuánto condiciona el contexto social a su obra?

Sin dudas, la influencia es palpable. El momento político, por ejemplo, te condiciona. El cambio brutal de una orientación con la que nos sentimos muy representados durante doce años. La sensación es extraña porque acostumbramos pararnos en la vereda de enfrente pero sería muy hipócrita encontrar un espacio que trae muchas cosas que reclamas y no reconocerlo por conveniencia.