La Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) registró durante el primer bimestre un incremento interanual del 13% en la cantidad de locales vacíos en los principales corredores comerciales de la ciudad de Buenos Aires, un indicador que releva la entidad como una aproximación de las expectativas empresarias.

Pese a ello, apuntó que la estabilización de las variables macroeconómicas hizo que el consumo empezara a moverse “de a poco” en los sectores más castigados por la crisis.

Durante enero y febrero, dos meses en los que habitualmente hay menor actividad comercial producto del cierre de la temporada alta de las fiestas de fin de año y el desarrollo de las vacaciones de verano, la CAC detectó un total de 276 locales sin actividad comercial en las áreas relevadas.

Respecto último bimestre de 2019 esto significó una suba de 27%, aunque esta variación no está corregida por el efecto estacional.

En términos interanuales el aumento fue del 13% luego de que la devaluación del segundo semestre profundizara el derrumbe del consumo: según cálculos de la Fundación Germán Abdala, en 2019 el cayó 3,9% respecto de un 2018 en el que se había hundido 8,2%.

El relevamiento de la entidad se realiza en los ocho principales corredores comerciales a cielo abierto de la ciudad: la peatonal Florida, las avenidas Córdoba (4.000-5.300), Cabildo (0-1.800), Santa Fe (700 – 5.300), Avellaneda (2800-3800), Corrientes (200-6.800), Rivadavia (2.000-2.800; 4.900-5.400; 6.300-7.400; 11.000-11.600) y Pueyrredón (0-1.200).

La CAC presentó su informe junto a la compañía internacional Colliers dedicada a los servicios inmobiliarios en un encuentro con periodistas del que participó BAE Negocios.

En conjunto, desarrollaron un análisis del mercado de retail con datos del segundo semestre.

En línea con los primeros incentivos al consumo lanzados por el nuevo Gobierno, como los aumentos de sueldos por sumas fijas y la baja de tasas, sumados a la desaceleración de la aún elevada inflación, el gerente comercial de Colliers, Marcelo Zuliani, señaló: “En los últimos 60 días el mercado empezó a moverse, cosa que no ocurría el año pasado. Hay más consultas e interés debido a que pasó el momento de mayor volatilidad. Luego, dependerá de la dinámica de la economía”.

En esa línea, el economista jefe de la CAC, Matías Bolis Wilson, señaló: “Hay una macro más estable que ayuda a que el consumo se estabilice también. Los locales vacíos crecieron en el primer bimestre pero, al mismo tiempo, nuestros socios nos dicen que el consumo empieza a arrancar lentamente. Pero estamos lejos de que haya un boom. Hay dispersión entre sectores y seguramente esa heterogeneidad se va a mantener en el año. Pero lo cierto es que hay muchos interrogantes: hay que ver cómo se resuelve la deuda, cuál va a ser el presupuesto, cómo impactará el coronavirus en la economía mundial, qué va a pasar con los salarios y la inflación”.

Consultados los economistas de la cámara destacaron que el rubro en el que los empresarios detectaron un mayor rebote es electrónica y electrodomésticos, justamente uno de los sectores que más sufrió el desplome del consumo y que incluso tiene a algunas sus principales cadenas, como Garbarino y Ribeiro, envueltas en crisis financieras.