El 70% de la/os estatales provinciales no llega a cubrir el costo de la canasta básica. Entre la/os municipales no llega el 90%.

Como consecuencia de las políticas públicas, el sector estatal que incluye a trabajadora/es de las administraciones públicas provinciales y municipales del país, concluirá con una pérdida de ingreso salarial de más de 30%, respecto al momento de su asunción, en diciembre del 2015.  

Según los datos aportados por los Consejos Directivos Provinciales de ATE más del 70% de la/os trabajadora/s de las administraciones públicas provinciales no alcanza a cubrir, con sus ingresos, el valor estimado por la última canasta familiar medida por la/os técnicos de la Junta Interna de ATE en el INDEC. 

Tomando como referencia de análisis las categorías donde reviste el mayor número de trabajadora/es de las administraciones públicas provinciales, el promedio general de salario ronda allí los 26.000 pesos mensuales contra los 35.647 pesos que insume el valor de la canasta básica para una familia tipo.

La base de la caída del 30% del salario entre la/os estatales tiene dos elementos gravitantes: uno que el aumento salarial registrado en la mayoría de las provincias en estos cuatro años nunca alcanzó a equiparar el índice inflacionario. Salvo contadas administraciones que para el 2018 y el 2019 decidieron adoptar la cláusula gatillo, la mayoría ató las subas salariales a aumentos fijados en paritarias, a veces complementado con el pago de bonificaciones, pero que aún así no alcanzaron a igualar la pérdida  del poder adquisitivo.

El segundo elemento a tener en cuenta es que en salarios donde el consumo de alimentos se lleva la mayor parte, la caída es más alta porque la inflación de los insumos alimenticios ha sido 6 o 7 puntos más alta que la inflación general. Según los datos de la ATE INDEC, en 3 de los 4 años de gobierno de Macri hubo caída del salario y salvo uno, el 2017, se registro alguna paridad.

Municipios

Si a nivel provincial el salario promedio da 26.000 pesos en los municipios el salario promedio arroja 17.000 pesos mensuales, siempre y cuando sean de la planta permanente. Esta aclaración vale porque en los municipios existe un altísimo número de trabajador/es que prestan servicios bajo la modalidad de contratados. En este marco salarial los CDP´s de ATE estimaron que el porcentaje de trabajadora/es de planta permanente que no llegan a cubrir la canasta básica sube al 90% de total de la/os misma/os. 

En los municipios el problema se intensifica porque es salarial y también laboral. Los datos aportados por CDP´s indican que en promedio casi el 50% de la/os municipales son contratada/os.  

En este estado de precarización laboral la ATE ha contabilizado la existencia de hasta 17 modalidades distintas de contratación. En los municipios es común oír hablar de monotributo, becas, tutorías, planes de inclusión, o jornalizados, entre otras variables. En este grupo de trabajadora/es los salarios se comprimen en una franja que va de entre los 5.000 y 8.000 pesos. Y el problema es abismal: no solo casi el 100% de total no alcanzan a cubrir el costo de la canasta básica, la inmensa mayoría de ellos perciban salarios por debajo de los 16.875 pesos, establecido por el Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVyM)). 

Políticas salariales por regiones:

El Noreste (NEA) y el Noroeste argentino (NOA), son las regiones que concentran los salarios estatales más bajos del país. En el opuesto, los ingresos más altos están en la región Sur, explicada en los costos más elevados de la vida patagónica, aunque ello no siempre implica que el salario alcance para vivir.  En tanto la Región Centro como Cuyo registran mediciones salariales más parecidas al salario de la/os trabajadora/es del estado nacional de la Región metropolitana.     

Región Metropolitana

Los datos de la región establecen que el salario promedio en la administración pública provincial ronda los 21.000 pesos mensuales contra una canasta de 34.000 pesos y que la precarización laboral en los municipios llega a casi el 60% del total de sus plantas.  
Sólo existen salarios que superan el valor de la canasta básica en aquellos municipios más ricos de las áreas agrícola- ganadera del interior de la provincia de Buenos Aires.