Un nuevo escándalo sacude al mundo de la política. Esta vez se supo que con el aval de la vicepresidenta Gabriela Michetti, los senadores se llevan al bolsillo sobresueldos de 91 mil pesos por mes por canjear los pasajes aéreos y terrestres que no usan. El salario actual de los legisladores, está compuesto por la dieta y los gastos de representación, es de $184.504,35 . Tras los descuentos por seguridad social y el impuesto a las ganancias, les quedan en mano $126.600, 49. Sin embargo, el sobresueldo les permite llevarse un 72% de salario al bolsillo.


Cada uno recibe 20 pasajes de avión y 20 de ómnibus por mes que pueden usar para viajar a cualquier lugar del país. O dárselos a un asesor, familiar o amigo. O canjearlos por dinero en efectivo. Por cada pasaje de avión que devuelven, se llevan $4.437, desde que en junio de 2018 aumentó el valor con respecto a los $ 3.401 que se pagaban hasta entonces, según informó el Senado a Infobae. En tanto que para cambiar los pasajes de ómnibus -de los que sólo pueden canjearse diez- el precio está congelado hace años en 240 pesos.

De esta manera, quienes canjean la totalidad de sus pasajes aéreos y terrestres se llevan un adicional de $91.140 cada 30 días –equivalente a 7,3 salarios mínimos– y redondean un total de $ 217.740,49 de salario de bolsillo.

Estos sobresueldos nacieron con la vuelta de la democracia con el objetivo de que pudiesen trasladarse a Buenos Aires los senadores y diputados del interior del país. Sin embargo, con el paso de los años y con el consenso de las principales bancadas, el sistema terminó por convertirse en un artilugio legal para engrosar las dietas.

El sistema quedó expuesto el año pasado y hubo un compromiso de la vicepresidenta Gabriela Michetti para acabar con esta práctica, pero finalmente no pasó nada y todo sigue igual.