El ex ministro de Economia Domingo Felipe Cavallo sugirió una "valvula de escape" para evitar una inflación peligrosa en el futuro inmediato, brindó consejos sobre cómo debería ser la reestructuración de la deuda y sugirió los pasos y regulaciones a tener en cuenta para manejar el stock de Leliqs.

Cavallo lo hizo a través de un informe en la consultora que dirige, DFC Associates. Los puntos que analizó son los siguientes:

1 - Dólar libre

La acentuación del control de cambios era previsible. Lo que aún sorprende es que no se haya autorizado el funcionamiento de un mercado libre por el que se cursen todas las operaciones que no están habilitadas para hacerlo por el mercado oficial.  Si el nuevo gobierno tiene un mínimo de profesionalismo en materia monetaria, tendría que comenzar organizando el mercado cambiario de esa manera. 

2 - Deuda

El gobierno podrá pagar todos los intereses y amortizaciones de la deuda que vence en los próximo 31 días hábiles. El dilema sobre qué hacer con los vencimientos posteriores ya deberá ser enfrentado por el nuevo gobierno. Con las declaraciones y comentarios hechos por economistas allegados a Alberto Fernández es imposible bosquejar un cuadro claro sobre cómo quedará reestructurada la deuda. Estimo que será difícil evitar una declaración de moratoria como paso previo a anunciar el esquema de reestructuración, pero no es imposible.

Una alternativa es que para todos los bonos bajo ley argentina tengan preparada una restructuración que dictarían por ley, sentando el precedente de lo que quieren conseguir a través de las CACs con los bonos de ley extranjera. En ese caso podrán evitar dictar una moratoria por la deuda bajo ley extranjera porque podrían seguir atendiendo los vencimientos hasta el momento del acuerdo bajo las CACs. Pero todo esto es especulación mía. No hay bases para predecirlo.

3 - Cuentas públicas

En materia fiscal, el gobierno de Macri mostrará cifras de déficit primario como porcentaje del PBI a precios corrientes, muy cercanas a las comprometidas en el acuerdo con el FMI, pero lo habrá logrado por efecto de la aceleración inflacionaria que permitió el aumento de la recaudación y el PBI en términos nominales y cierta reducción del gasto público en términos reales. Cualquier proyección hacia 2020 que no suponga continuar y acentuar la aceleración inflacionaria, difícilmente produzca un déficit primario inferior al observado en 2019. Mucho peor si se otorgan aumentos a jubilados, a la AUH y a los empleados públicos por arriba de los dispuestos por las leyes y negociaciones colectivas en vigencia.

4 - Política Monetaria

Habrá una aceleración muy significativa de la emisión. La única forma de que ésta evite una aceleración inflacionaria peligrosa es que el efecto sobre el tipo de cambio se limite al mercado libre y el gobierno logre controlar el tipo de cambio comercial generando un superávit en ese mercado. Por supuesto, el segmento libre del mercado cambiario podrá funcionar como válvula de escape muy transitoria. Para que no sea explosiva y la brecha no se torne extremadamente elevada, el gobierno deberá demostrar capacidad en controlar el gasto público y el déficit fiscal.

5 - Tasas de interés

Para que no se siga viendo al stock de LELIQs como una bomba de tiempo y puedan seguir bajando las tasas de interés, el próximo paso probablemente consista en imponer un encaje remunerado a los depósitos a plazo por un monto equivalente al stock remanente de LELIQs, con tasas de remuneración iguales a las tasas promedio pagadas por los bancos para captar esos depósitos a plazo fijo.

Este reemplazo de la LELIQs por encajes remunerados no alterará el stock de pasivos monetarios del Banco Central, salvo el efecto contable de pasar a definir como base monetaria a todos esos pasivos, algo que conceptualmente es más apropiado que llamar base monetaria a un agregado que excluye a las LELIQs. Sin embargo, en un sentido dinámico, se reducirá la necesidad de emitir dinero o LELIQs por arriba del stock de encajes remunerados multiplicado por la tasa pasiva de los bancos.