La Ley Seca ya rige en 50 municipios argentinos, aunque suene increíble. En 10 provincias se prohíbe el consumo de alcohol, léase vino, cerveza y bebidas espirituosas, en varias localidades. El argumento es que beber alcohol promueve la violencia doméstica y sexual y, además, la ruptura del aislamiento social, preventivo y obligatorio dispuesto por el Gobierno nacional para controlar la pandemia del coronavirus (Covid-19).
En algunas localidades es una medida avalada por el municipio, en otros es una norma policial. Lo cierto es que no pueden ni circular camiones distribuyendo estas bebidas y se obliga a los comercios a fajar las heladeras prohibiendo la venta.
El gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, impuso la prohibición de venta y transporte de alcohol en toda la provincia desde las 8 horas del viernes 10 a las 0 horas del lunes 13. Sin embargo 11 municipios riojanos se autolegislaron y piensan seguir con la medida. Horacio Rodriguez Larreta, sostuvo que : “La Ciudad de Buenos Aires no va acompañar esa medida”.
Otras municipios pertenecen a las provincias de Salta, Santiago del Estero, Catamarca, Jujuy, Córdoba, Neuquén, Misiones, Chaco, La Rioja y Río Negro.
Esta prohibición afecta a una industria que ya venía golpeada y se suma al cierre de restaurantes y bares, incluídas vinotecas, aunque algunas vendan por delivery.