Ingresaron al país 1.339.000 pares sin ningún tipo de regulación. Un informe alerta sobre el riesgo para la salud visual y como perjudica las fuentes de trabajo del sector.Las importaciones de anteojos se incremenatron en un 157% en lo que va del año, según informó la Cámara Argentina de la Industria Óptica (Cadioa) y advirtió el riesgo para la salud visual de la población por la falta de controles de calidad.

En los primeros siete meses de 2017 ingresaron al país 1.339.000 pares de anteojos y armazones sin control ni regulación, con el consiguiente riesgo para la salud visual de la población y una incidencia grave en las fuentes de trabajo del sector.

El informe de Cadioa reveló que ese ingreso se produce al no existir en la Argentina una regulación que determine los estándares de calidad para dichos materiales, su elaboración o la procedencia.

"Constituye un grave riesgo para la salud visual de la población" ya que "no existe ningún tipo de control básico, ni siquiera para que los anteojos de sol que se compran garanticen la protección mínima contra los rayos UV", afirmó Norberto Fermani, presidente de la cámara.

Agregó que "las autoridades y la población desconocen esta problemática" y agregó que desde Cadioa se encuentran "trabajando en concientizar sobre este grave peligro".

El ingreso de anteojos sin control también pone en peligro la industria local y en consecuencia el trabajo: en el primer semestre de 2016 llegaron al país 520.675 anteojos y armazones, mientras que en igual periodo de 2017 la cifra aumentó hasta alcanzar 1.339.319, lo que representa un incremento del 157% interanual.

Fermani explicó que "lo que se necesita es un sistema de norma técnica similar al que rige para los anteojos de seguridad industrial".

Ello implicaría que se incluya una certificación por marca de conformidad "donde se demuestra que las fabricas nacionales o extranjeras tienen cierto sistema de calidad implementado y que el mismo se cumple", explicó.